viernes, 20 de septiembre de 2013

LA LECTURA EN LA UNIVERSIDAD

Para iniciar este comentario es necesario separar los términos: lectura por placer y lectura por necesidad. Lo ideal sería que el alumno tuviese concebido el primero desde edad temprana para, posteriormente, facilitar la adquisición del segundo.

Es evidente que a un estudiante con un hábito lector arraigado, le resultará más fácil iniciar las lecturas obligatorias propuestas en la universidad. Pero no sólo eso, si no que su capacidad de expresión y comprensión será mucho mejor que la de uno que no la tenga. Sin embargo, esta “obligación” de lectura no le debería parecer inadecuada a ningún universitario, ya que debería tenerla establecido desde etapas anteriores.

La parte que me sorprende de los estudios del artículo al que nos referimos, es la del extrañamiento al observar que las bibliotecas se frecuentan cada vez menos. En tiempos pasados, la gente acudía a la biblioteca para consultar información que únicamente podrían encontrar en libros. Sin embargo, en la actualidad casi toda la información la encuentras por Internet desde casa, sin necesidad de trasladarte a ningún lugar y con la facilidad de realizar los trabajos desde el hogar.

Es cierto que la sociedad cada vez es más cómoda en general, en lugar de ir a una biblioteca, hacer un préstamo de un libro en concreto y leerlo entero, busca por Internet el capítulo en cuestión y saca conclusiones. Es evidente que al hacer eso pierdes mucha información de ese libro, pero ganas tiempo y ganas para poder comparar dicha información en otros muchos libros y así tener una reseña más global. Por lo tanto, no todo son desventajas. Con esto último quiero clarecer la importancia del desarrollo de la competencia en la búsqueda de información, ya que mediante ésta, se suplen las carencias que se poseen al no tener un buen hábito lector en el ámbito universitario.

Centrándome en mi caso particular y respondiendo de esa forma las cuestiones propuestas en la primera parte de la práctica. Yo formaría parte de esos 33 jóvenes que en 2010 respondieron afirmativamente a la pregunta “¿Estás leyendo un libro actualmente?” Sin embargo, sería incapaz de enumerar mis principales lecturas en la carrera ya que por voluntad propia, no he tenido ninguna. Por ello mi distinción inicial entre tipos de lecturas. En cambio las bibliotecas de la universidad y de mi ciudad las visito con asiduidad para estudiar.

Yo soy una estudiante que lee ocasionalmente (entendiendo por leer, hacerlo de una obra literaria seleccionada con la única finalidad de disfrutar de su lectura). Podríamos calificarme de “lectora social”. Siempre me leo los libros que me recomiendan o que leo en prensa y Blogs que son populares.
Sin embargo veo muy poco la televisión, por lo que mediante Internet me informo de todo (blogs, prensa, redes sociales…) esa es mi otra Lectura.

En conclusión, el estudiante ideal es aquel al que se le ha inculcado por parte de los profesores y la familia un habito lector que le permite "devorar" los libros universitarios, comprendiendo su información y redactándola en sus trabajos a la perfección. Sin embargo, pienso que la realidad es otra, y que también se puede ser un buen estudiante universitario sin la necesidad de leer un libro como fuente de entretenimiento principal. Pero no serlo, sin tener una buena competencia en la búsqueda de información y TICs.

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