viernes, 20 de septiembre de 2013

La Lectura en la Universidad

Leer que los universitarios y estudiantes cada vez leen menos, no es algo que me suponga una sorpresa o novedad, ya que es algo que observo entre mis compañeros desde hace tiempo.

                Personalmente, si me considero lector, siempre que me es posible, aunque es cierto, que antes tenía más tiempo para dedicarle a la lectura. Concretamente, en mis ratos libres, compagino varias lecturas: La tercera parte de la saga de Juego de Tronos, Guerra Mundial Z (que era una lectura pendiente de hace unos años) y el primer libro de la saga de Cazadores de Sombras (por recomendación de una “adicta a la lectura” y compañera de la carrera). Anotar que aunque da la casualidad que son libros que tienen adaptaciones, no estoy interesados en ellas, y quizás si no tuviéramos esas adaptaciones, la gente recurriría más al libro que a ver la película y a olvidarse del libro.

                Cuando digo que no me sorprende leer estos datos, es porque ya desde pequeño, muchos de mis compañeros buscaban los trabajos de los libros que nos mandaban en “El rincón del vago” para así poder dedicar su tiempo a otros menesteres “más importantes” para ellos, como podría ser jugar a la “play”, en la plaza a la pelota o los entrenamientos. Personalmente, aprendí a compaginar los ratos de ocio compartidos con la lectura y quizás que desde joven en la ESO, ya fuera yo quien me preocupaba por buscar libros que me llamaran la atención, me gustaran  y que cuando dejaba de leer el libro, perfectamente había pasado una tarde entera.  Recuerdo en 1º de ESO disfrutar de “El Padrino” de Mario Puzo, y posteriormente la saga del inspector Pendergast de D.Preston y L.Child, a  C. R. Zafón, a Cormac McCarthy, a Michael Crichton, John Grisham, Bram Stoker…

                Actualmente, si es cierto que tengo que compaginar y dedicar bastante tiempo a la lectura de documentos, trabajos, artículos en internet, que terminan siendo la única lectura de mucha gente, y que siguen con la idea de que hay mejores cosas que leer.  Quizás el haber permitido escoger los títulos de los libros en lugar de imponerlos, hacer entrevistas u opiniones sobre el libro en lugar de mandar trabajos que con buscar la reseña ya tenías la solución, entre otras cosas, habrían producido posiblemente, que más gente descubriese el placer de leer.

                Y llegamos  a las bibliotecas, que esperemos que no lleguen algún día a ser aquel Cementerio de Libros que nos encontrábamos en la Sombra del Viento de C.R.S. y es que, en mis visitas a la biblioteca, principalmente se han dirigido a estudiar principalmente, y poco dirigido a la consulta, ya que actualmente con Internet, mucha de la información, tal como comentaba, la tenemos al alcance desde la silla de nuestra habitación.


                Para concluir, diré que hay maneras de disfrutar de la lectura y las nuevas tecnologías pueden ayudarnos. Hace 2 años pude conseguir un “Kindle” que ha sido una herramienta genial, poder llevarme los libros a cualquier lado, en poco peso, y de muy fácil manejo, ha sido otra manera de disfrutar de la lectura. “Se acerca el invierno” como dicen en la novela de G.R.R. Martin pero siempre nos quedarán las lecturas en verano junto a la piscina o playa. 



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